Desde tiempos antiguos, las personas en México han consumido jícama. Jícama proviene del Nahuatl xīcama o xīcamatl, que significa “que se hincha”. También se le conoce como la papa mexicana, por que puede ser usada de muchas formas como la papa.
Una de las formas más populares de consumirla en México es con limón, sal y chile en polvo o chile piquín. También puede ser preparada en sopa, en ensaladas, y jugo.
Se dice que su sabor es como el de una manzana y una castaña. Es originaria de México y América Central, pero fue introducida con éxito por los españoles en Filipinas donde es conocida como singkamas y desde allí se extendió a Indonesia, a las islas del Pacífico, al sudeste de Asia y a China.
En la cocina oriental se utiliza como sustituto del agua de castaña. Una cualidad muy especial de esta verdura es que permanece crujiente a pesar de haber sido cocida.
La jícama casi no contiene calorías por lo que es un alimento que se recomienda en las dietas para bajar de peso. Un análisis realizado por especialistas en nutrición, demostraron que 99.22gr de papas fritas tenían 540 calorías, y la misma cantidad de jícama tenía solo 40 calorías. Del 86 al 90% de la jícama es agua. También tiene calcio, fosforo y vitamina C.
La planta es una enredadera que crece 4 a 5 m. Prospera en zonas tropicales o subtropicales.
El tubérculo puede tener hasta 3 dm de diámetro. El exterior de éste es amarillo, mientras que su interior es blanco cremoso, con una textura quebradiza que se asemeja a la de una papa cruda o una pera.
En contraste con el tubérculo, el resto de la planta se considera tóxico; la semilla tiene un alto contenido del insecticida natural rotenona, y puede ser usada molida para combatir plagas. Del tallo se pueden tomar fibras para hacer redes para pescar. El aceite de las semillas puede emplearse para el consumo humano una vez retirada la rotenona.
Una de las formas más populares de consumirla en México es con limón, sal y chile en polvo o chile piquín. También puede ser preparada en sopa, en ensaladas, y jugo.
Se dice que su sabor es como el de una manzana y una castaña. Es originaria de México y América Central, pero fue introducida con éxito por los españoles en Filipinas donde es conocida como singkamas y desde allí se extendió a Indonesia, a las islas del Pacífico, al sudeste de Asia y a China.
En la cocina oriental se utiliza como sustituto del agua de castaña. Una cualidad muy especial de esta verdura es que permanece crujiente a pesar de haber sido cocida.
La jícama casi no contiene calorías por lo que es un alimento que se recomienda en las dietas para bajar de peso. Un análisis realizado por especialistas en nutrición, demostraron que 99.22gr de papas fritas tenían 540 calorías, y la misma cantidad de jícama tenía solo 40 calorías. Del 86 al 90% de la jícama es agua. También tiene calcio, fosforo y vitamina C.
La planta es una enredadera que crece 4 a 5 m. Prospera en zonas tropicales o subtropicales.
El tubérculo puede tener hasta 3 dm de diámetro. El exterior de éste es amarillo, mientras que su interior es blanco cremoso, con una textura quebradiza que se asemeja a la de una papa cruda o una pera.
En contraste con el tubérculo, el resto de la planta se considera tóxico; la semilla tiene un alto contenido del insecticida natural rotenona, y puede ser usada molida para combatir plagas. Del tallo se pueden tomar fibras para hacer redes para pescar. El aceite de las semillas puede emplearse para el consumo humano una vez retirada la rotenona.
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